(Se abre el telón. El rey está instalado en el trono al estilo Mercedes Sosa. Entra en escena un hombre flaco y con barba.)
Rey: ¡Cólón, cómo te has descuidado el aspecto! Casi no te reconozco…
Colón: Ah, sí, disculpe, es que acabo de llegar de América.
Rey: ¿Cómo dice?
Colón: Tal como lo escuchó, hemos descubierto A-mé-ri-ca. Así que vengan mis 20 florines
Rey: ¿A qué te refieres?
Colón: No se haga la idiota, su majestad: le aposté 20 florines a que la tierra era redonda.
Rey: No, no, no, la apuesta era a que llegabas a La India.
Colón: ¡Es lo mismo! Yo decía que la tierra era redonda como una manzana y su majestad decía que era chata como una milanesa de soja…
Rey: De nunguna manera. Tú dijiste: te apuesto 20 florines a que llegamos a La India puesto que la tierra es redonda. Además no tengo 20 florines.
Colón: ¿Cómo que no? ¡Si sóis el rey!
Rey: Sí pero ando corto, además el otro día le aposté 15 a Gutenberg y también me cagó…
Colón: ¡Pero entonces España está en la ruina!
Rey: Más o menos, tampoco es para tanto…
Colón: Bueno, de América podrías obtener materia prima, porque hay.
Rey: Ah, América, cierto, al final no me contaste cómo es.
Colón: Si no me das mis 20 florines no te digo ni dónde queda.
Rey: Está bien, los recibirás cuando el sol haya dado 5 vueltas alrededor de la tierra.
Colón: Al revés.
Rey: ¿Cómo?
Colón: Al revés, la tierra alrededor del sol
Rey: Ah, sí, sí, no me acostumbro pero sí, claro… (ambos mueven la cabeza enérgicamente en común acuerdo). Pero se entendió que es el martes. Bueno, ahora cuéntame de américa.
Colón: Ah, divino, me encantó. Unos paisajes hermosos. Tiene unas playas enormes, mucha selva, unas cantidades impresionantes de materia prima…
Rey: ¿Hay vida inteligente?
Colón: Más o menos, hay unos humanoides parecidos a nosotros pero tienen plumas en la cabeza.
Rey: ¿Vuelan?
Colón: Supongo que no, porque las pirámides tenían escaleras.
Rey: ¿Son civilizaciones desarrolladas? ¿descubrieron el cero, por ejemplo?
Colón: ¿El cero?
Rey: (Haciendo un circulito con los dedos) El que es como una O.
Colón: Ah, si ese. No sé, si lo descubrieron no lo usan mucho.
Rey: ¿Y armas de fuego?
Colón: ¿Antorchas?
Rey: No, idiota: escopetas, bazookas, tanques.
Colón: No, no tienen de esas cosas, lo único que tienen es plumas y materia prima.
Rey: Quizá podríamos conseguir algo ¿no?
Colón: Sí, no son muy buenos para los negocios, nosotros les cambiamos oro por unos espejitos.
Rey: ¿Oro?
Colón: (Rascándose la nuca) Psee, bueno, no, casi nada, bah…
Rey: ¿Encontraron oro en América?
Colón: Apenitas, a lo mejor es enchapado nomás.
Rey: Traidor, no me ibas a decir nada… ese oro me pertenece, yo financié la expedición.
Colón: Le iba a decir después de bañarme, su majestad
Rey: Traedme inmediatamente ese oro si no queréis ser decapitado
Colón: Sí, su majestad. (Empieza a caminar melancólico hacia la salida)
Rey: ¡Ah, Colón!
Colón: (Dándose vuelta) ¿Sí, su majestad?
Rey: Y cóbrese de ahí sus 20 florines.
(Se cierra el telón.)
Rey: ¡Cólón, cómo te has descuidado el aspecto! Casi no te reconozco…
Colón: Ah, sí, disculpe, es que acabo de llegar de América.
Rey: ¿Cómo dice?
Colón: Tal como lo escuchó, hemos descubierto A-mé-ri-ca. Así que vengan mis 20 florines
Rey: ¿A qué te refieres?
Colón: No se haga la idiota, su majestad: le aposté 20 florines a que la tierra era redonda.
Rey: No, no, no, la apuesta era a que llegabas a La India.
Colón: ¡Es lo mismo! Yo decía que la tierra era redonda como una manzana y su majestad decía que era chata como una milanesa de soja…
Rey: De nunguna manera. Tú dijiste: te apuesto 20 florines a que llegamos a La India puesto que la tierra es redonda. Además no tengo 20 florines.
Colón: ¿Cómo que no? ¡Si sóis el rey!
Rey: Sí pero ando corto, además el otro día le aposté 15 a Gutenberg y también me cagó…
Colón: ¡Pero entonces España está en la ruina!
Rey: Más o menos, tampoco es para tanto…
Colón: Bueno, de América podrías obtener materia prima, porque hay.
Rey: Ah, América, cierto, al final no me contaste cómo es.
Colón: Si no me das mis 20 florines no te digo ni dónde queda.
Rey: Está bien, los recibirás cuando el sol haya dado 5 vueltas alrededor de la tierra.
Colón: Al revés.
Rey: ¿Cómo?
Colón: Al revés, la tierra alrededor del sol
Rey: Ah, sí, sí, no me acostumbro pero sí, claro… (ambos mueven la cabeza enérgicamente en común acuerdo). Pero se entendió que es el martes. Bueno, ahora cuéntame de américa.
Colón: Ah, divino, me encantó. Unos paisajes hermosos. Tiene unas playas enormes, mucha selva, unas cantidades impresionantes de materia prima…
Rey: ¿Hay vida inteligente?
Colón: Más o menos, hay unos humanoides parecidos a nosotros pero tienen plumas en la cabeza.
Rey: ¿Vuelan?
Colón: Supongo que no, porque las pirámides tenían escaleras.
Rey: ¿Son civilizaciones desarrolladas? ¿descubrieron el cero, por ejemplo?
Colón: ¿El cero?
Rey: (Haciendo un circulito con los dedos) El que es como una O.
Colón: Ah, si ese. No sé, si lo descubrieron no lo usan mucho.
Rey: ¿Y armas de fuego?
Colón: ¿Antorchas?
Rey: No, idiota: escopetas, bazookas, tanques.
Colón: No, no tienen de esas cosas, lo único que tienen es plumas y materia prima.
Rey: Quizá podríamos conseguir algo ¿no?
Colón: Sí, no son muy buenos para los negocios, nosotros les cambiamos oro por unos espejitos.
Rey: ¿Oro?
Colón: (Rascándose la nuca) Psee, bueno, no, casi nada, bah…
Rey: ¿Encontraron oro en América?
Colón: Apenitas, a lo mejor es enchapado nomás.
Rey: Traidor, no me ibas a decir nada… ese oro me pertenece, yo financié la expedición.
Colón: Le iba a decir después de bañarme, su majestad
Rey: Traedme inmediatamente ese oro si no queréis ser decapitado
Colón: Sí, su majestad. (Empieza a caminar melancólico hacia la salida)
Rey: ¡Ah, Colón!
Colón: (Dándose vuelta) ¿Sí, su majestad?
Rey: Y cóbrese de ahí sus 20 florines.
(Se cierra el telón.)